La constancia es la virtud por la que todas las obras dan su fruto

Alejadas de todo ruido y vibraciones, se encuentran nuestras naves de crianza, se asientan en un marco impecable y aséptico.

Con un control total y absoluto de temperatura y humedad ideal. Contamos 1000 barricas de las cuales 700 son de roble francés y 300 de roble americano, cuya edad nunca superará los 5 años.

Cada vino es singular

Cada vino es singular, cada añada particular, es por ello que cada uno necesita su tiempo de barrica y su roble diferente, el cual le imprimirá al vino su peculiar carácter.

Gracias a la tradición familiar hemos obtenido unos grandes dotes de maestría a la hora del ensamblaje de los vinos, el conjunto de los robles y junto a los distintos vinos y variedades de uva obtenemos así el carácter forjado durante años, que se verá en el resultado final de la botella, donde terminará de desarrollar todas sus cualidades.

Un reposo final para un sobresaliente afinado

De nuevo el reposo, el vino descansará en los botelleros en el más absoluto silencio, donde se respira un aire de penumbra y romanticismo, lugar en el cual el vino terminará de redondearse y un sobresaliente afinado.

Y así acumulando el sabor de la experiencia, Casado Morales ve su nacimiento. Un vino que nos brinda una personalidad singular y diferenciada, en el que se aprecia, la mano del hombre, los secretos, la ilusión y el conocimiento de una Familia, un arte que bien merece la pena ser mantenido.